Greenpeace y Fundación renovables presentan un análisis detallado.
Ante el desafío de equilibrar la necesaria expansión de los proyectos renovables con la preservación de la biodiversidad y la participación ciudadana, Greenpeace y la Fundación Renovables presentan un análisis exhaustivo de buenas y malas prácticas en el despliegue de energías eólica y fotovoltaica en suelo.
En un contexto donde España cerró el año 2023 con un récord del 50,8% de energía renovable, aún persisten preguntas cruciales sobre cómo asegurar la conservación del entorno y generar empleo. ¿Son las energías renovables la solución? La respuesta, según este informe, está en el cómo.
Despliegue renovable en España: Logros y Desafíos
Es innegable que España ha avanzado significativamente en el despliegue de energías renovables. Sin embargo, este logro coexiste con una dependencia persistente de los combustibles fósiles. El informe destaca que, a pesar de estos avances, la población y los ecologistas plantean dudas legítimas sobre cómo se maneja la preservación de la fauna y la flora en las áreas donde se construyen estas plantas. Greenpeace destaca la importancia de lograr un equilibrio entre la imprescindible expansión de las energías renovables y la preservación de la biodiversidad, el territorio y sus habitantes, mientras se promueven transformaciones significativas en el modelo de producción y consumo.
Buenas y Malas Prácticas: Lecciones de 25 proyectos renovables en España
El informe que nos ocupa presenta un profundo análisis basado en 25 proyectos específicos en ocho comunidades autónomas. Se destacan casos de malas prácticas, como la fragmentación de proyectos renovables, impactos medioambientales, falta de diálogo con comunidades locales y expropiación forzosa.
Sara Pizzinato, coordinadora de la campaña de energías renovables de Greenpeace, destaca la dualidad en el enfoque de algunas empresas, replicando esquemas de los combustibles fósiles en la implementación de renovables. Frente a este desafío, aboga:
Hay que ampliar la transparencia y la participación ciudadana en la democratización del sistema energético.
En Flobers, es precisamente ese nuestro objetivo, hacer más accesible para todos el poder formar parte de proyectos renovables de impacto positivo que supondrán las bases de un futuro sostenible que solo conjuntamente podemos hacer que esté más cerca.
En cuanto a las buenas prácticas, que también las hay y en abundancia, el informe destaca la participación temprana de las comunidades locales para influir en los proyectos, abarcando aspectos como la ubicación de la planta, la planificación de las líneas de evacuación y las medidas ambientales precautorias.
Además, se enfatiza el aprovechamiento compartido del terreno de las plantas renovables con usos previos o con otras fuentes de energía, la promoción de empleo local tanto en las instalaciones principales como en las asociadas, y la reducción de las facturas energéticas para empresas locales y personas vulnerables. La apertura a la participación ciudadana en la inversión de la planta, el freno de la instalación en zonas protegidas o de alta sensibilidad ambiental (donde no esté prohibido) y la exclusión de grandes plantas en áreas agrarias de interés.
Resulta interesante observar que algunas de estas buenas prácticas involucran a las Administraciones locales, quienes, en algunos casos, facilitan procesos de diálogo entre promotores y la población local. En otros casos, aprovechan los ingresos adicionales generados por la carga fiscal sobre las plantas renovables para financiar políticas sociales, combatir las desigualdades y mejorar las condiciones de vida a nivel local.
La Inversión Sostenible gana terreno: Un cambio en la Dinámica Financiera
A pesar de los desafíos, la inversión sostenible está ganando terreno en el sector. Inversores institucionales e individuales reconocen el potencial a largo plazo de empresas comprometidas con la sostenibilidad. Gobiernos y organismos internacionales respaldan programas de inversión para impulsar este sector. La participación de inversores particulares emerge como un componente esencial para fomentar la innovación sostenible.
Proyectos como Flobers ejemplifican cómo las iniciativas financieras tienen el poder de influir en diversos sectores, propiciando transformaciones significativas. Este enfoque no solo allana el camino hacia un futuro de conciencia ambiental, sino que también identifica oportunidades lucrativas para aquellos que buscan invertir en proyectos renovables más responsables y alineados con sus propios principios.
Perspectivas sostenibles: Hacia una Transición Justa
El análisis de Greenpeace y la Fundación Renovables destaca la necesidad de armonizar la expansión de las renovables con el cuidado del entorno y las comunidades locales. Se insta a que las buenas prácticas se conviertan en obligatorias. El camino hacia un futuro energético sostenible requiere no solo un aumento en la capacidad renovable, sino también una gestión consciente y responsable de su implementación.
En Flobers, en particular, trabajamos en cómo las inversiones pueden trascender las barreras convencionales, brindando a los inversores la posibilidad de contribuir a un cambio positivo en la dirección de la sostenibilidad y la responsabilidad social. ¡Regístrate y descubre cómo tu inversión puede ser el catalizador para un futuro más sostenible!